El cuerpo es el instrumento que tenemos para relacionarnos con el entorno. Todo lo que vivenciemos corporalmente, nos proporcionará: conocimientos para estructurarnos a nivel espacial y temporal, experiencias para desarrollar la atención, la coordinación, etc... aspectos muy útiles para preparnos en el aprendizaje de la lectoescritura y el cálculo.
El Programa de los 20 aros (Leandro Castro) es un curso en el que estuve hace algunos años y del que extraje las cosas que me resultaron más significativas y aplicables para el aula.
Esto es lo que hicimos el otro día:
Las colchonetas simbolizaban el folio donde escribimos. Cada niño/a cogía un aro, y tenía que colocarlo en el lugar adecuado. Mi consigna era: empezamos por arriba a la izquierda, como cuando vamos a escribir (orden que escuchan siempre en el rincón de las letras cuando van a escribir algo). Cuando terminamos las primera fila, al niño/a que le toca, le pregunto que dónde cree que debe seguir poniendo aros, y entre ellos/as van encontrando la solución. Les planteo el supuesto de qué es lo que ocurriría si cada uno/a coloca los aros donde le apetezca, y alguno/a contesta que no puede ser, que si los aros son como las letras, tienen que ir "juntitas y en su sitio para entender lo que pone, como en los libros". He de deciros que estas contestaciones surgen a raíz del largo trabajo que venimos desempeñando desde el comienzo del trimestre. Procuro plantearles incógnitas que ellos/as mismos/as puedan resolver y que les "plantee un conflicto cognitivo".
domingo, 9 de diciembre de 2007
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2 comentarios:
Muy interesante la actividad y tanto o más la expllicación de la misma a través del blog.
Enhorabuena, Eva.
Gracias. Será la inspiración, la experiencia, la ilusión, el convencimiento de lo que hago, las ganas de explicar el porqué de cada cosa.
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